El frenillo corto produce una desviación ventral del glande cuando se retrae el prepucio. Ocasiona una importante dificultad en la retracción prepucial, generando molestias o dolor en el pene cuando éste está en estado de erección y, en especial, cuando se mantienen relaciones sexuales. El diagnóstico se realiza mediante exploración física. El tratamiento es quirúrgico mediante la elongación del frenillo o frenuloplastia.
Existen dos tipos de fimosis: la detectada al nacer y la adquirida o de nueva aparición en la edad adulta. Atendiendo a esta particularidad las causas, los síntomas y los tratamientos varían.
Los niños recién nacidos presentan una unión-adherencia entre el prepucio y el glande que puede mantenerse durante la edad infantil. La fimosis en los niños no presenta sintomatología. No obstante, en ocasiones, el pequeño puede padecer dolor o dificultad al orinar, debido al estrechamiento de la piel e incluso irritación local e infecciones. En cuanto a la prevención, durante la edad infantil la fimosis puede evitarse si se separan las pegaduras o adherencias que unen la mucosa de la piel prepucial al glande. Posteriormente se puede prescribir una crema con corticoides y se enseña a los padres y al propio niño cómo tiene que retirar suavemente la piel prepucial y cómo realizarse una adecuada higiene. Si no mejora se debe realizar la circuncisión que consiste en recortar la piel del pene y la mucosa prepucial redundantes, dejando el glande al descubierto.
En los adultos esta irregularidad puede aparecer debido a una serie de factores predisponentes, como la falta de higiene, la balanitis (las infecciones de la mucosa que recubre el prepucio y el glande) las enfermedades dermatológicas y los tumores, o como consecuencia de una fimosis infantil que no ha sido tratada a tiempo y que, por lo tanto, ha empeorado en la edad adulta. Los síntomas en la edad adulta son similares a los de los niños, pero se suma la manifestación de molestias o dolor en el pene cuando éste está en estado de erección y, en especial, cuando se mantienen relaciones sexuales. Es necesario tratar a los pacientes para mejorar su calidad vida y que de esta forma retomen sus relaciones sexuales tras el tratamiento, siendo una indicación absoluta de circuncisión.