El varicocele es una anomalía frecuente, presente en el 11 % de los varones adultos y en el 25 % de aquellos con anomalías en el espermiograma.
El varicocele presenta las siguientes consecuencias andrológicas:
- Falta de crecimiento y desarrollo testicular.
- Síntomas de dolor y molestias (2 %-10 % de los pacientes).
Se desconoce la relación exacta entre una fertilidad masculina disminuida y el varicocele, pero datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) indican claramente que el varicocele guarda relación con anomalías seminales, un volumen testicular disminuido y un deterioro de la función de las células de Leydig. La información disponible actualmente respalda la hipótesis de que, en algunos varones, la presencia de varicocele se asocia a una lesión testicular progresiva a partir de la adolescencia y a una reducción consiguiente de la fertilidad.
La clasificación siguiente del varicocele resulta útil en la práctica clínica:
- Subclínico: no palpable ni visible en reposo o durante la maniobra de Valsalva, aunque demostrable mediante pruebas especiales (ecografía Doppler).
- Grado 1: palpable durante la maniobra de Valsalva pero no de otro modo.
- Grado 2: palpable en reposo, pero no visible.
- Grado 3: visible y palpable en reposo.
El diagnóstico del varicocele se realiza mediante exploración clínica y puede confirmarse mediante la ecografía Doppler.
La reparación del varicocele puede ser eficaz en los varones que tienen un espermiograma anormal, un varicocele clínico o infertilidad inexplicada de otro modo. Se realiza la varicocelectomía quirúrgica con la ligadura de los vasos afectados, que mejora significativamente los parámetros seminales. Existen otros tratamientos como la embolización o escleroterapia.